- 4 yemas de huevo
- 100 ml. de nata
- 50 g. de azúcar
- fresas
Cuando hablamos de un sabayón nos estamos refiriendo fundamentalmente a una emulsión de yemas de huevo. En este caso, vamos a añadirle azúcar, nata montada y fresas, gratinaremos y conseguiremos un postre fantástico.
Añadimos el azúcar y una cucharada de agua a las yemas y empezamos a montarlas. Para ello colocamos el recipiente sobre el fuego (muy muy bajo) y vamos batiendo con las varillas. Con el calor las yemas “subirán” mejor, pero hay que tener mucho cuidado, hay que aplicar muy poco calor si no las yemas se ”cocerían”. Por tanto, según estamos batiendo vamos alternativamente retirando y volviendo a poner sobre el fuego, con el fin de que la temperatura suba un poco pero muy poquito.
Una vez montadas las yemas, incorporamos la nata, previamente montada también, y mezclamos todo.
Ya casi está, colocamos la mezcla obtenida sobre un plato y vamos añadiendo las fresas en la cantidad que más nos gusten. Luego, metemos al horno, previamente calentado a unos 200º, para gratinar, unos dos minutos, y a servir, así calentito.
Una combinación muy buena es servir este plato caliente junto con una porción de helado. Podemos decorarlo con unas tejas de almendra y un par de hojitas de menta. Y, además de fresas, queda muy bien una combinación de frutos del bosque (arándanos, grosellas…).
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