- 1 berenjena
- 2 dientes de ajo
- 3 tomates
- mozzarella
- aceite de oliva virgen extra
- albahaca o perejil
- orégano
- sal y pimienta
En primer lugar, cortamos la berenjena en láminas alargadas de 1/2 cm. de grosor (3 láminas para cada milhojas), las espolvoreamos con sal y dejamos que reposen durante 30 minutos. Transcurrido este tiempo las lavamos y las secamos con papel de cocina o con un paño. Condimentamos estas lámintas con albahaca o perejil finamente picados, ajo picado, sal y un hilo de aceite. Pasamos bien por una parrilla o, en su defecto, por una sartén unos 2 minutos por cada cara.
Ahora, en una fuente refractaria, colocamos una lámina de berenjena, encima una capa de mozzarella y otra de tomate cortado en láminas (previmente escaldado para pelarlo fácilmente), y salpimentamos. Encima, vamos colocando dos capas más (de berenjena, mozzarella y tomate) y salpimentado la capa de tomate. Por último, por arriba del todo, espolvoreamos con orégano y un hilo de aceite de oliva. Sólo falta introducir en el horno precalentado a 200 ºC durante 10 minutos, hasta que el queso se derrita y servir a continuación.
Un muy buen entrante, que aporta mucha fibra, muy muy fácil y, como diría Arguiñano... rico, rico.
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